Tras varios años
rulando por la escena punk de Granada ¿Cómo decidisteis formar este proyecto?
Todos los estilos musicales, por
muy rockeros y punks que se presenten, tienen determinadas normas en cuanto a
composición y estructura de los temas que, al final, terminan encorsetando la
creatividad ó la libre expresión de los músicos. Por eso decidimos embarcarnos
en un proyecto en el que no hubiera ninguna regla a la hora de componer ó
interpretar, en el que nos sintiéramos libres para intentar cualquier idea que
se nos viniera a la cabeza.
Bueno, desorden y experiencia
son, en principio, dos palabras que parecen contrapuestas, con un significado
antagónico. También tiene que ver con el hecho que hemos expuesto
anteriormente, que no íbamos a aceptar ninguna regla e íbamos a intentar llevar
nuestro sonido al máximo nivel de riesgo.
Con este trío habéis
creado un laboratorio para la experimentación musical a base de samplers y distorsión,
¿cómo os enfrentáis a una sesión de ensayo de este tipo? ¿Hasta qué punto vale
todo en la experimentación?
Nuestros ensayos no tienen nada
que ver con lo que normalmente hacen los grupos. Cuando decidimos juntarnos
para avanzar en el proyecto, cada uno suele llevar unos cuantos mp3 con grabaciones
que ha hecho por su cuenta y, a base de tratarlos con diferentes programas de
ordenador, elaboramos el resultado final. Y sí, creemos que en la
experimentación vale todo, el propio nombre lo dice, si hubiera límites no
sería experimentación.