La encargada de abrir la velada fue una cantautora de Hamburgo, que compone e interpreta al piano melodías cantadas en inglés. Aunque aún no ha grabado ni una maqueta, LIA ha empezado a conquistar al público de su ciudad natal con su voz y su talento creativo. El día que sus dedos vuelen tan libres por el piano como su voz por las cuerdas y ambos se encuentren en perfecta sincronía sobre el escenario, habrá nacido una estrella.
Un estilo extravagante, cuyos hilos se tejen sobre una base de indie para excusar cualquier extraña intromisión y encajarla con una elegancia única. Mucho folk y un swing delicioso, aderezado con ritmos del klezmer o de los disparatados bailes gitanos del este de Europa. Pese a su espíritu de fusión, es fácil de escuchar para oídos inexpertos, pues tienen ese toque pop o comercial al que tan acostumbrados nos tienen los medios; quizás por eso estén consiguiendo tanto éxito sin ninguna grabación que lo sustente.
La voz y la energía de Yvi (voz y líder de la banda) consiguen crear el ambiente y atraer al público hasta sus canciones, donde el piano y el violín de Dagmar, las guitarras de Henning y la gran base rítmica de Nico (bajo) y Ole (batería) envuelven la sala con un sonido original y potente que no deja a nadie indiferente. Un concierto de los que apetece repetir.
Para escuchar el que será su primer LP, habrá que esperar aún unos meses, pero el 2014 promete traer consigo el esperado volumen físico.
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