Con muchas ganas y cargados de ilusiones, llegamos con el ocaso a este antro del Kreuzberg que tanto nos gusta. Tras abrazos y reencuentros empezaba la función, pero antes de entrar en materia debemos advertir a los lectores de que el trabajo de sonido fue tristemente pésimo, no sabemos si el técnico tenía un mal día o había enfermado y mandado a un sustituto sin idea alguna; lo que sí sabemos es que perjudicó gravemente las actuaciones de los cuatro grupos y que la sala ha sonado a lujo en ocasiones anteriores. En estas condiciones, difícil estaba ver el brillo de las bandas y aún más soportar el concierto entero de algunas que, por añadidura, tampoco guardaban muchos ases en la manga. Es el caso de Tilidin, que nos parecieron más ruido y pintas que otra cosa, e incluso de Bella Wreck, quienes daban la sensación de repetir una y otra vez los míticos acordes de la historia del rock. Aunque dadas las circunstancias y puesto que odiamos hablar mal de bandas que están empezando su camino, preferimos que juzguéis vosotros mismos en próximas ocasiones y limitar nuestra crónica a los dos grupos que consiguieron hacernos olvidar los tremendos fallos de sonido. Eso sí, compartimos uno de los pocos documentos audiovisuales de la noche...
El gran descubrimiento fueron los GREY CITY PASSENGERS, que son puro rock 'n' roll, con mucha actitud, guitarras y riffs de locura y una base contundente de un batería capaz de cabalgar por los ritmos más trepidantes hasta las mansas aguas del soul sin inmutarse.
Un cuarteto de pasajeros formado por Alex Maiorano a la guitarra, Edu Baro al bajo, Julien Lasala a las baquetas y Fab Cirotti a las voces, que pronto podrá enseñar su disco debut al mundo. En su directo destaca (más aún en estas ocasiones donde se necesita algo que mantenga al público enganchado al escenario) su magnífico frontman, pues derrocha energía de alto voltaje, sabe conectar con la gente y sabe moverse; además, posee una voz increíble nacida para el rock. En general, y quizás por la nostalgia de saberlos recientemente desaparecidos como banda, me recordaron en un par de ocasiones a ese sonido tan auténtico de los vascos Bitter Honey. Sea como fuera, seguiremos los pasos de este grupazo y quedamos a la espera de repetir un concierto en mejores condiciones. Para los que estáis en Alemania, podéis echar un ojo a próximas fechas aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si lo lees tienes opinión y si la tienes, ya sabes: opina!