Hace unos meses salía a la calle un nuevo producto. Se trata de una sopa que se sirve fría en algunas salas de conciertos y que se va calentando según se consume. Los ingredientes principales son música negra, soul, jazz, blues, funk y especias electrónicas, aunque las proporciones y sabores varían en cada cucharada. El éxito de este nuevo plato, nacido en Cuenca y bautizado como
FIZZY SOUP, se debe a las cuatro burbujas que le dan ese toque gaseoso tan original y adictivo:
Sonia García (voz y pequeña percusión),
Javier Corroto (guitarra, órgano y voz),
Manuel Miguel (saxo) y
Fausto Furioso (percusión y sintetizadores).
Tras juntarse con diferentes influencias en un pequeño rincón de madera, este cuarteto ha conseguido un sonido propio, lleno de esas fusiones propias de nuestro siglo, que han sabido llevar con elegancia al estudio y plasmarlo en un sorprendente primer disco:
Wood Room (2014). Grabado en
Organic Audio Studios, con Iñaki Martínez a la producción y con una incansable campaña de crowdfunding, este debut de siete sorbos engancha en la primera degustación, pero merece ser probado dos o tres veces para una perfecta cata del trabajo que esconde. Haz la prueba escuchando su primer single 'Twisting Around', hasta el final y si no te convence, deja de leer y busca otro grupo más acorde con tus gustos ;)
Antes de llegar a este tema, nos encontraremos con 'Space Trip', un paseo por las renovadas calles del viejo blues, donde el clásico tándem de guitarra y saxo nos conduce hacia un eléctrico final. 'Whispers and Hot Coffee' es un río de calma, un momento para soñar despierto entre teclados infinitos, cálidas melodías de saxo con terrones de metalófono y el ambiente vintage de los sintetizadores. Con 'Mamma Tells Me' llega el funk a toda potencia (¡suban el volumen!).
En 'Ate The Sun', será Javier quién tome las riendas de la voz principal para una triste y bella canción a ritmo de soul. Cuando el órgano y la variedad de registros de Sonia confluyen en 'Hold and Blow', el soul se vuelve gospel y el saxo se rinde lentamente a un dulce acompañamiento. Y sin darnos cuenta, llega el final. Un momento para afinar la guitarra, unos punteos, un ritmo simple y a experimentar con la fusión final entre el blues y la electrónica. Y ¡BOOM!, toma instrumental para ponerle un broche final a lo que, por aquí, llamamos un discazo: 'Electric Wood OST'.
¿Ganas de probar? Escúchalo entero en su perfil de
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