
Tras cruzar los abismos de la asombrosa Sierra Madre y conocer al pueblo
mixe, los exploradores del sonido mexicano treparon por montes y valles hasta adentrarse en la
Cañada Oaxaqueña. Esta región depende de
Hautla de Jiménez, localidad central de la Sierra Mazteca, y aglutina cuatro grupos culturales principalmente
mazatecos, ixcacatecos, nahuas y
cuicatecos. Posee un microclima que crea un paisaje de impresionante flora y fauna, tierras de gran fertilidad donde sus habitantes viven de la agricultura en su mayoría.

Sus más de 4.000 km
2 se dividen en los distritos de Teotetlán y Cuicatlán, donde se encuentra el municipio en el que situaremos nuestra historia, justo a los pies del
Valle de Tehuacán, que une el estado de Puebla con el norte del estado de Oaxaca, y en el límite de la
Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán. En San Juan Bautista Cuicatlán no encontraron ya nadie que hablase la lengua originaria de la zona: el
cuicateco, así que prosiguieron hasta
Santos Reyes Pápalo.
Los
Nduudu yu o cuicatecos que se unieron al
ECO DE LOS PUEBLOS fueron
Eduardo Mariscal con su
salterío o arpa mágica, un instrumento de cuerda de metal percutida ejemplo de fusión cultural intercontinental, y tres de sus paisanos con un bajo y dos guitarras.
Ellos son el único testimonio que han encontrado de música en lengua cuicateca en la zona, a pesar de que sus raíces están en la palabra
nahuatl cuicatl, que significa 'canto', y
cuitcatlan, que significa 'lugar del canto', por lo que debemos considerarnos afortunados y agradecidos por tener acceso a estas canciones en peligro de extinción de cuyo eco se hacen cargo nuestros compañeros Ion y Laura a base de pasión y tesón. Hasta la próxima parada, os dejamos con el tema 'El Guajolote'.
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